Las baldas de madera y las estanterías nos pueden salvar cualquier rincón de nuestra casa, dándole un toque decorativo y permitiendo la utilidad Puedes crear maravillosas bibliotecas, pequeños rincones con encanto con suvenires de viajes o colecciones, o simplemente utilizar las baldas para exponer tus cuadros Esto se hace con herramientas manuales tratando de cambiar lo mínimo la esencia de la madera pero sí eliminando materia muerta que en el futuro podría manchar en casa
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También encajan muy bien en ambientes más modernos metiendo un contraste de madera y calidez entre tanto hormigón y paredes blancas Una tendencia con la que se renuncia a mucha superficie de carga -que no suele sobrar-, porque las baldas o estanterías no tienen tanto fondo como un mueble alto Otra gran pega de esta opción es que hay que ser muy ordenado, para conseguir que una cocina con baldas abiertas se vea siempre ordenada y recogida